El lateral celeste Lucas Olaza se retiró del terreno de juego en el Sánchez Pizjuán tras un golpe en la cara, que no conllevó problemas neurológicos, a causa de un mareo provocado por el calor y la deshidratación, factores que se sumaron a una gastroenteritis que sufrió en las últimas horas. El jugador solicitó regresar al partido, pero el jefe de los servicios médicos del RC Celta, Juan José García Cota, decidió que, por precaución, se retirase a los vestuarios.
Por otra parte, el central Néstor Araujo fue sustituido en el tramo final del encuentro por una sobrecarga en los isquiotibiales.